Alianza por el Clima, hablemos de colapso

Septiembre 2020

Estimad@s compañer@s de Alianza por el Clima (AxC)

Aunque hace algún tiempo que no participamos activamente en la Alianza, vamos siguiendo las actividades y debates que se realizan a través de la lista de correo. Por ello somos conocedores que próximamente, se quiere realizar un debate a fondo para replantearse el papel y líneas de acción de AxC.

Y en este debate es donde queríamos dejar un punto de vista atrevido, y según nuestro criterio muy necesario, para que si es posible, lo tuvierais en cuenta a la hora de replantear el papel de AxC.

Nuestra reflexión es que, a estas alturas, y con toda la información y experiencia que tenemos, sabemos con certeza que no es posible solucionar los problemas medioambientales actuales, sin cambiar de sistema económico, social y cultural.

 

Todos los indicadores necesarios para mantener la vida tal y conocemos, están en luz roja, y peor aún, se están acelerando exponencialmente hacia niveles de hostilidad. Concentración de gases de efecto invernadero, tasas de deforestación, pérdida de biodiversidad, disminución de agua dulce, entrando en puntos de no retorno como el derretimiento del Ártico y Groenlandia, descongelación del permafrost y liberación de los hidratos de metano de subsuelo marino.

Estamos en guerra imparable e implacable contra la Naturaleza, una guerra destinada a perder.

La certera frase “no es posible un sistema económico basado en el crecimiento infinito en un planeta finito”, es abrumadoramente esclarecedora.

De hecho para tener opciones de no sobrepasar los +1.5º marcado en el Acuerdo de París, según el informe IPCC de octubre 2018, habría que reducir las emisiones un 7,6% aproximadamente cada año, durante la década 2020-30. Y para este año se estima que las emisiones disminuirán un 5%, por el efecto Covid-19.

Es decir, deberíamos tener un parón económico mundial mayor que el de 2020, cada año durante toda esta década para tener opciones de no llegar al +1,5º.  Punto marcado por la ciencia como límite de seguridad (ahora estamos en +1,1º). Es decir, decrecimiento, decrecimiento y decrecimiento desde ya, o como nosotros proponemos, Tirar del Freno de Emergencia y parar en seco la economía, hasta equilibrar la huella ecológica de la humanidad (que en la actualidad la excedemos en un 70%).

Para nosotros lo peor de todo es que, a pesar de todos estos incontestables datos y tras todo el enorme esfuerzo de divulgación, activismo y concienciación, no se ve en la sociedad, ni en la política y ni mucho menos en la economía, un solo indicio consistente que vislumbre un posible cambio de rumbo, que evite los peores escenarios posibles.

Si seguimos con el crecimiento colapsamos ecológicamente y si detenemos este crecimiento colapsamos económica y socialmente. Pero qué duda cabe, que es mucho peor la primera opción que la segunda.

 

Por ello, nuestra organización ya hace tiempo que dejamos atrás el activismo social “del sí se puede, y del aún estamos a tiempo”, y ya solo nos centramos en concienciar del colapso que vendrá y las opciones que tenemos para adaptarnos. Lo demás en nuestra humilde opinión, es perder un tiempo que no tenemos.

España va camino de ser la puerta de entrada del Sahara, y en un desierto no hay trabajos verdes, ni agricultura sostenible, ni ley de cambio climático, ni todas las cosas que ahora reivindicamos. Eso no quiere decir que no se deba seguir peleando por reconducir la situación, pues no es lo mismo un planeta recalentado con +3, con +4 o con +5 grados.

Hasta ahora, las organizaciones ecologistas siempre hemos intentado comunicar la gravedad de la situación, con un punto de esperanza y huyendo del catastrofismo, pues pensábamos que era algo negativo que llevaba a la inacción ciudadana. Y cabría preguntarse si esa estrategia ha funcionado, pues a nivel ecológico estamos peor que nunca y la inacción ciudadana esta igual que siempre, o por lo menos no la necesaria para cambiar las cosas. (hablando a nivel general y global, pues siempre hay pequeñas y hermosas excepciones).

Somos conscientes que en AxC participan organizaciones de muchos tipos (ecologistas, agrarias, sindicatos, etc..) cada una con su idiosincrasia e intereses diferentes, y a veces contrapuestos.  Y que hasta ahora, la voz de AxC era el mínimo común denominador de sus organizaciones. Pero tal vez sea ahora el momento de ser valientes, y que AxC se convierta en vanguardia, explorando nuevas vías para hacer frente a la Emergencia Climática (frase muy devaluada ya a nivel político).

 

Con todo esto y para concluir, creemos que tal vez AxC debería probar un cambio de estrategia y comenzar a hablar de colapso y adaptación. Y ver si así, se consigue un cambio de actitud en la ciudadanía, porque seamos sinceros, viendo la situación actual medioambiental, deberíamos reconocer que estamos fracasando estrepitosamente en nuestro intento quijotesco de lograr un mundo justo y sostenible.

Tal vez ese cambio de estrategia podría hacerse de forma paulatina, con orden y planificación. Tal vez un punto de partida seria aceptar alguno de los manifiestos ya existentes, como por ejemplo el de Última llamada.

Y si no se lograra el cambio de actitud en la ciudadanía, para cambiar el rumbo ecocida en el que estamos, entonces, mejor comenzar a hablar y prepararse para el colapso en el 2020 que en el 2030.

 

Un saludo, ánimo con el debate, y suerte, pues la vamos a necesitar.

AMA